Desde Barcelona a Tokio no hay vuelos directos de momento. Así que por narices hay que hacer escala.
Por lógica lo más recomendable sería hacer alguna escala que nos "acerque" al destino, por ejemplo Barcelona-Roma o algo así. En nuestro caso nos hemos quedado con un Barcelona-París-Tokio.
Primero porque la vez que fuimos a Moscú pasando por Milán nos perdieron la maleta en el camino y llegamos a Moscú con 15 grados y en bermudas y chanclas (y sin nada de ropa). Una pesadilla.
Segundo porque al final era más barato.
Para localizar el billete usé www.trabber.com una de las múltiples webs que buscan en muchas compañías e incluso en agencias de viaje.
Como suelo programar con bastante antelación los viajes de verano estuve prácticamente desde febrero mirando vuelos. Aunque luego compré el billete bastante tarde no encontré una gran diferencia de precio.
Lo que sí es importante dado el montante final del billete es el contratar también un seguro. Normalmente estos seguros incluyen cancelaciones (ojo con las clausulas) y temas médicos (muy básicos). Todo incluido al final fueron 1000 euros.
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